La separación de recursos permite sostener dos masas patrimoniales apartadas, acostumbra a ser la opción escogida por matrimonios donde cuando menos uno de los cónyuges desarrolla una actividad profesional o bien comercial que pueda comprometer su patrimonio. De esta manera se aísla el peligro y se impide que la responsabilidad en la que incurra este cónyuge perjudique a los recursos y derechos del otro.
¿Qué es la separación de bienes?
La separación de recursos implica que cada uno de los cónyuges es dueño de su patrimonio personal, tanto el generado ya antes del matrimonio como el ingresado a posteriori. Además de esto le corresponderá a cada uno de ellos de ellos el empleo y disfrute de esos recursos, pudiendo disponer de forma libre de ellos.
Esta distinción no es impedimento a fin de que existan ciertos recursos comunes, que son aquellos adquiridos de manera conjunta a lo largo del matrimonio o bien cuya titularidad sea imposible de probar. De esta forma, si el matrimonio se divorciase solo debería liquidar estos recursos comunes.
Al sostener separados los patrimonios de cada uno de los cónyuges, el régimen de separación de bienes deja que los ingresos logrados a lo largo del matrimonio pertenezcan al cónyuge que los adquirió. De esta manera un cónyuge no participa en las ganancias del otro.
A pesar de que los patrimonios se sostengan separados, los dos cónyuges tienen la obligación de contribuir a las cargas maritales. En realidad, si de la potestad familiar derivasen deudas, los dos cónyuges serán responsables solidariamente.
Finalmente, el hogar familiar se somete a un régimen de protección. De este modo, con independencia de su titularidad, los dos cónyuges deberán estar conforme para efectuar actos de predisposición sobre la residencia y ajuar familiar.
Las Características del régimen económico marital
1) Patrimonio personal
La separación de bienes supone que cada uno de los cónyuges es dueño de su patrimonio personal, tanto el anterior como el posterior al matrimonio.
Ahora bien, en cuanto a la disposición de la vivienda familiar en el régimen de separación de bienes, existe una excepción pues nuestro Código Civil exige para la venta de la vivienda familiar privativa el consentimiento del cónyuge no propietario o, en su caso, la autorización judicial.
2) Deudas y obligaciones
Las deudas contraídas por uno de los cónyuges o ambos, para hacer frente a los gastos de la familia serán responsabilidad de ambos.
3) Cargas familiares
Los cónyuges deberán contribuir al sostenimiento de las cargas familiares (alimentación, sustento, asistencia médica, educación de los hijos) proporcionalmente a sus respectivos patrimonios, a falta de convenio entre ellos.
4) Modos de estipular el régimen de separación de bienes
La separación de bienes existirá entre los cónyuges:
-Cuando así lo acuerden en capitulaciones matrimoniales.
-Cuando los cónyuges pacten en capitulaciones matrimoniales que no regirá la sociedad de gananciales, pero no hayan especificado las reglas por las que habrán de regir sus bienes.
-Cuando se extinga, durante el matrimonio, la sociedad de gananciales o el régimen de participación, salvo que por voluntad de los interesados fuesen sustituidos por otro régimen distinto.
Ventajas del régimen de separación de recursos
Es más seguro, puesto que aísla el peligro que las deudas podrían suponer sobre el patrimonio de cada uno de los cónyuges.
Por otra parte, la separación de recursos asimismo es más práctica que otros regímenes económicos maritales, puesto que al sostener los patrimonios separados cada uno de los cónyuges puede efectuar actos de predisposición sin precisar contar con el permiso de su pareja.
Esta ventaja práctica tiene su reflejo asimismo en el caso de divorcio, en tanto que la división patrimonial solo afectará a los recursos comunes. En consecuencia, la separación de recursos es el régimen cuya liquidación en el caso de divorcio resulta más fácil.
Además, se trata de un régimen económico marital útil para personas que desarrollen actividades económicas o bien profesionales de peligro. Asimismo lo es para las personas que tengan una esencial masa patrimonial ya antes de casarse.
Desventajas régimen de separación de recursos
De forma tradicional se ha señalado que el régimen de separación de recursos dañaba al cónyuge que se encargaba del hogar. Si bien esta tendencia cambia, el Código Civil introdujo una solución y es que el trabajo familiar computa como una contribución a las cargas familiares, de tal modo que da derecho a una indemnización.
Esto quiere decir que en el caso de divorcio, el cónyuge que se haya dedicado al cuidado del hogar y la familia dejando a un lado su carrera, va a tener derecho a una compensación tras el divorcio. Tal indemnización no es incompatible con la pensión compensatoria.
A pesar de que esta indemnización trate de salvar la situación en la que uno de los cónyuges se ha dedicado en exclusiva al cuidado de la familia; este régimen sigue siendo considerado insolidario. Por lo que al sostener las masas patrimoniales separadas, los cónyuges no participan en las ganancias de su pareja. Insolidaridad que se agudiza en aquellos casos en que los cónyuges tienen diferente capacidad económica más contribuyen por igual las cargas familiares.
En conclusión, es un régimen económico marital conveniente hasta cierto punto. Todo dependerá de las condiciones en las que los conyugues se encuentren. A pesar de ser un régimen considerado poco solidario cuando uno de los conyugues es el que más ingresos percibe o posee más patrimonios. Sin embargo es bastante conveniente cuando se ve afectado por la actividad económica que practique uno de los conyugues y que ponga en peligro los patrimonios de ambos.